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  • Foto del escritorSebastián Arenas Alvarez-Calderón

CLASICISMO


El periodo clásico griego debe ser el más influyente en toda la historia del arte y la arquitectura. Los órdenes clásicos (dórico, jónico y corintio) desarrollados alrededor del s.V a.C. siguen dándole forma a nuestras ciudades; primero mediante una innovadora reinterpretación en el renacimiento (s.XV d.C.) y después a través de insípidas copias durante el neoclásico (s.XIX d.C.). El mundo del arte alcanzó una perfección fundamentada en conceptos como el arete que hablan de la "excelencia global" (física, moral e intelectual) donde nada debe haber en exceso, sino todo en un equilibrio lógico.


Es una pena que la gran mayoría de esculturas originales de esta época se hayan perdido. Pero como premio consuelo tenemos copias romanas en mármol de lo que debieron ser esculturas griegas de bronce. Otro paréntesis es el de la cromofobia. Verán, tanto el arte como la arquitectura clásica era pintada, no blanca. La capa de color es una de las primeras cosas que se pierden con el paso del tiempo. Es por eso que la versión que recibieron los renacentistas es parcializada. Peor aún la del modernismo, que concibió una visión errada de purismo que trascendería el ámbito de la cultura. En fin.


Apoxyomenos (c. 320 a.C.)


La escena nos muestra a un boxeador que acaba de terminar de pelear hace unos instantes. Previamente, se debe haber aceitado el cuerpo; es por esto que ahora se limpia con arena y la ayuda de un instrumento curvo parecido a una hoz que sujeta con su mano izquierda. La acción es perfecta para hacer uso del contraposto, esa posición de reposo de aquel que descansa su propio peso sobre una sola pierna. Este naturalismo contrasta brutalmente con la rigidez de imágenes anteriores como los kouros prehelénicos. Además aquí hay un especial interés por la estilización de la figura humana, "medida de todas las cosas."


Y para explicar esto hay que dedicar algunas líneas a la proporción; es decir, la relación entre largo y el ancho de un objeto cualquiera. Yo por ejemplo mido 1,73m y tengo una proporción de 1:7; eso quiere decir que si divido mi altura obtendré un número similar al tamaño de mi cabeza y viceversa. Los antiguos egipcios por ejemplo, que tenían una estatura promedio de 1,59m, tenían una proporción de 1:6; aunque ellos usaban un cánon distinto, de 18 puños (en lugar de 6 cabezas). Las columnas dóricas de un templo griego solían tener una proporción robusta de 5,5:1 (la altura estaba definida por ser cinco veces y media la dimensión de su base), las jónicas en cambio eran de nueve veces su diámetro. Pero volviendo a nuestra obra de hoy, el personaje de Lisipo tenía una proporción más esbelta. No porque haya sido así en la vida real, sino para realzar su porte. La escala también está alterada, la escultura es ligeramente más alta que un ser humano (2,06m). Todo esto, sumado a un manejo perfecto de la anatomía del hombre hacen de esta una verdadera obra maestra y del atleta un ideal de belleza masculina.




Para mayor información visita la página oficial de los Museos Vaticanos 👇 

https://www.museivaticani.va/content/museivaticani/es/collezioni/musei/museo-pio-clementino/vestibolo-quadrato-e-gabinetto-dell-apoxyomenos/apoxyomenos.html

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